TOMANDO CONCIENCIA Y EXPRESANDO GRATITUD

Suelo aconsejar que aprovechemos el momento de despertar para darnos cuenta de que un nuevo día se abre ante nosotros. Una nueva oportunidad de desplegar el potencial de bienestar, bondad y compasión que nos brinda ese valioso cuerpo humano.

Al despertar, no saltes inmediatamente de la cama. Abre los ojos y lleva la atención a las sensaciones en el cuerpo. Toma conciencia de la habitación, la cama, el cuerpo tumbado sobre ella. Observa las sensaciones, quizás cambiantes, que vas notando en las distintas partes del cuerpo. Siente la respiración. Dándote cuenta de cómo despiertas de nuevo a la actividad y agradeciendo la oportunidad de este nuevo día.

A pesar de todas las dificultades con las que a menudo nos sorprende la vida, tenemos multitud de razones para estar agradecidos. Para sentir la gratitud brotando del pecho y balanceándose con el ritmo de la respiración.

La gratitud es una emoción que fortalece las relaciones y tiene dos componentes clave según Robert Emmons:

  1. Es una afirmación de bondad. Un reconocimiento de todas las cosas buenas que recibimos.
  2. Reconoce a los otros como fuente de esas cosas buenas que, a su vez, nos permiten desarrollar nuestra propia bondad.

La gratitud nos hace más felices, más sanos y más empáticos e incluso puede ayudarnos a vivir más tiempo, según va acreditando la investigación científica del momento. Una de las formas de cultivarla es llevando un diario de gratitud dónde vayamos reflejando los actos de generosidad que expresamos día a día.

Aquí tienes algunas maneras de expresar gratitud y que puedes recoger en tu diario:

  • Expresa gratitud siempre que puedas.
  • Pon atención cuando das las gracias, procura mirar a la persona a quien se las das y hazlo con la mayor sinceridad posible.
  • Señala en el diario las veces que has sentido una verdadera conexión al expresar ese agradecimiento.
  • Decir gracias en voz alta intensifica los beneficios del agradecimiento.
    • Solemos sentirnos muy agradecidos hacia los miembros de la familia, pero no lo expresamos explícitamente. Con ello perdemos la posibilidad de cultivar nuestra gratitud y, al mismo, tiempo hacer que ellos se sienten mejor.
  • Dar las gracias públicamente por la cosa buenas que la gente hace no por las que compramos.
  • Enfócate en aquello que te hacer sentir amado, querido, cuidado, feliz.

Mantén tus entradas en el diario durante un mínimo de 10 días para beneficiarte de sus efectos positivos. Para que la gratitud pase a formar parte de ti como un rasgo más que un estado.

Carles Ruiz-Feltrer, Director y presentador programa Con Plena Conciencia